Fiel a su género, es creador de ambientes. Te sumerge en una vivencia de romanticismo, pero no del siglo XVIII, sino actualizado, electrónico. Como tal, puede ser llevadero y feliz, puede ser sinceramente depresivo y puede ser siniestro.
Es, ante todo, un flujo que va de pe a pa de forma orgánica, donde pe es el punto máximo del lado "rosa" de este romanticismo electrónico y pa es el punto máximo de su lado "oscuro". Esta sensación de flujo la logra, más allá de la obviedad de hacer ligeros los cambios entre canciones, poniendo al acompañamiento incesante en un primer plano.
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1 comentario:
me encantó este disco, buena elección. Me pareció un poco bajón para tu gusto.
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