Seré honesto: no tengo idea de cómo hablar sobre esta música, más allá de que no es música de bondi. Tiene tan poco que ver con lo que suelo escuchar que no tengo punto de referencia. Así que voy a hablar de lo capo que es el artista, para lo que las palabras sobran, y mientras tanto dejarles escuchar mi tema favorito del disco.
Egberto Gismonti es uno de los mayores exponentes de la música clásica contemporánea. Además de ser brasilero (no sé a ustedes, pero a mí me parece un punto a favor), Su Lucha es la de encontrar un puente entre la música "erudita" y la popular, lucha que se tomó muy en serio: vivió más de 15 años dedicado al aprendizaje de la música clásica, se fue a vivir con los indios Xingú para aprender su lenguaje musical y escucho mucho Hendrix. Estudió distintas afinaciones y timbres flasheros, se volvió un virtuoso de la guitarra sólo porque le copaba un tipo de música llamado choro que tiene muchas guitarras y mostró siempre una fascinación particular por la música de películas que se ve tan claramente en sus canciones como en su célebre frase: "si el cine puede ser música, por qué la música no va a poder ser cine".
A pesar de todos sus esfuerzos por 'aburdizarse', al final del día la música de Egberto Gismonti es para oídos entrenados. Salvo algunos temas, es improbable que escuchen este disco una vez y piensen "Egberto Gismonti es Dios". Eso sí, la más mínima melodía que los toque seguirá resonando en su mente hasta el fin de los tiempos.
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